Estancia profesional en el St.-Antonius-Gymnasium en Lüdinghausen (Alemania)

El centro St.-Antonius-Gymnasium en Lüdinghausen (Alemania) que visité durante dos semanas es un centro público de educación secundaria que recibe alumnado desde los 10 hasta los 19 años en enseñanza obligatoria y postobligatoria general. Con la salvación del rango de edades, las características del centro tanto en desarrollo curricular como extracurricular se asemejan mucho a un IES español pero cabe destacar además que el sistema escolar alemán opera una selección de alumnado en función de sus capacidades que lo orienta en etapas muy tempranas hacia un tipo de formación más académico (Gymnasium) o más profesional (Realschule, Berufskolleg). El centro se ubica en un entorno urbano  de tamaño medio, ya que la ciudad cuenta con menos de 25.000 habitantes.

El centro de acogida es de tamaño mediano y presenta un ambiente de trabajo muy sereno. No se observan problemas de disciplina. El claustro cuenta con unos 65 profesores para 750 alumnos.

El uso de las nuevas tecnologías sí está incluido en el día a día presencial pero las posibilidades asíncronas no se aprovechan: la dotación material es comparable con cualquier centro público madrileño pero los alumnos no trabajan en entornos virtuales propios del sistema educativo regional.

El profesorado alemán suele asumir un mínimo de dos materias en su horario personal, por lo tanto observo una gran cantidad de trabajo, ya que pocas veces los contenidos llegan a repetirse. El alumnado alemán, al ser clases menos heterogéneas que en España (véase la orientación muy precoz) y claramente menos numerosas que en la Comunidad de Madrid (ratios de menos de 20 alumnos por grupo) se presta a cualquier tipo de metodologías activas en clase sin problemas de disciplina. Tal vez influya en este aspecto la ubicación semiurbana del centro, probablemente menos conflictiva que otro situado por ejemplo en periferia urbana de una gran urbe.

En clases de lenguas extranjeras, predomina muy claramente una preferencia hacia la competencia oral ante las competencias escritas. Estas observaciones se han hecho principalmente en clase de español como segunda lengua extranjera y en clases de alemán para refugiados de Ucrania, Afganistán y Siria. Las clases de español iban dirigidas a un público de quinceañeros muy interesados en progresar en su competencia comunicativa y sin la presión de tener que preparar un examen tipo EVAU, ya que la materia no se examina obligatoriamente. El alumnado de lengua alemana era un grupo marcado por una heterogeneidad extrema, ya que la profesora (ucrania y refugiada) tenía que atender a alumnas sirias y afganas al mismo tiempo que a alumnos/as de Ucrania con una formación escolar más avanzada y con un dominio del inglés que les aventajaba en términos tanto de competencia metalingüística como cognitiva.

A raíz de esta estancia surgió la posibilidad de colaborar en el futuro por ejemplo  a través de E-Twinning entre alumnos estudiantes de español en Alemania y alumnos estudiantes de alemán en España para promover un uso activo y personalizado del idioma.

Sobre las diferencias que sobresalen entre ambos sistemas, más allá de la selección operada desde los 10 años, cabe destacar:

  • la polivalencia del profesorado;
  • unas programaciones didácticas extremadamente sucintas – comparando con los usos españoles – que se concentran en lo esencial;
  • un empleo muy medido de la tecnología;
  • unas cargas horarias para el alumnado y el profesorado más leves que en España (los periodos vacacionales de 10/15 días se repiten cada 7 semanas aproximadamente);
  • una función directiva profesionalizada y no por mandato;
  • una presencia visible y eficaz de personal no docente en cualquier momento (el personal de limpieza en España actúa exclusivamente fuera del horario escolar);
  • una autonomía económica mucho más limitada que en España, ya que muchos aspectos infraestructurales y de dotación vienen dictaminados y gestionados directamente por la autoridad de tutela;
  • unos planes de formación continua menos condicionantes (vinculados al abono de complementos salariales) y menos cuantitativos que en España.

Para futuros candidatos, recomendaría elegir adecuadamente el periodo de estancia, ya que los calendarios de exámenes y evaluaciones no coinciden. Además, recomiendo encarecidamente buscar un centro con clases de alemán para extranjeros, ya que se acerca mucho a nuestra práctica docente habitual y de los retos planteados surgen soluciones pedagógicas enriquecedoras para un(a) docente proveniente de la Escuela Oficial de Idiomas.