La pérdida del talento femenino en las disciplinas STEM

El boletín n.º 17 de la serie Compass: Briefs in Education, publicado por la Asociación Internacional para la Evaluación del Rendimiento Educativo (IEA), analiza a partir de datos del Estudio Internacional de Tendencias en Matemáticas y Ciencias (TIMSS), la relación entre el género, la confianza y el rendimiento del alumnado en matemáticas y ciencias con su aspiración a trabajar en estos campos. Dicho análisis ha sido fruto de la colaboración entre la IEA y la UNESCO.

En el citado boletín se pone de manifiesto, con los datos obtenidos de la edición de TIMSS 2019 para el curso equivalente a nivel internacional a 2.º de la ESO[1] en España (8.º grado),  que hay más chicos que chicas que quieren seguir una carrera profesional relacionada con las matemáticas o las ciencias (Figura 1). En casi todos los sistemas educativos evaluados (87 %), los chicos son mucho más proclives que las chicas a afirmar que les gustaría tener un trabajo relacionado con las matemáticas según se recoge de sus respuestas a los cuestionarios de contexto del estudio. En el caso del deseo de dedicarse a las ciencias esto es así en un 27 % de los sistemas analizados.

Figura 1. Número de sistemas educativos según la brecha de género en el porcentaje de estudiantes que desean trabajar en el ámbito de las matemáticas/ciencias

Fuente: IEA Compass Briefs in Education n.º17

Si profundizamos en esta diferencia, observamos que los chicos y las chicas autoevalúan sus competencias en matemáticas y ciencias de forma diferente, lo cual desequilibra su presencia posterior en estos ámbitos. Se ha comprobado que, independientemente del género, una alta confianza en las capacidades científicas o matemáticas propias está asociada con una mayor probabilidad de querer orientarse profesionalmente hacia estos campos. En este análisis se muestra que los chicos de este nivel educativo tienen más confianza que las chicas en matemáticas, si bien es sabido que los chicos tienden a sobrevalorar sus habilidades en esta materia mientras que las chicas las subestiman. En el caso de las ciencias, esta diferencia de género es menos pronunciada.

En el boletín también se examina cómo se relaciona el rendimiento del alumnado en matemáticas y ciencias con las aspiraciones profesionales. Se ha observado que es mucho más probable que los chicos quieran orientarse profesionalmente hacia las matemáticas que las chicas con el mismo nivel de rendimiento, es decir, que esta elevada probabilidad entre los chicos se mantiene tanto en los grupos de alto rendimiento como en los de bajo. En cambio, la brecha de género es menos acentuada cuando se trata de aspirar a una carrera científica (Tabla 1).

Tabla 1. Diferencias de género, en puntos porcentuales, del alumnado con aspiraciones profesionales en matemáticas y ciencias por nivel de rendimiento

Fuente: IEA Compass Briefs in Education n.º17

Por tanto, según estos resultados menos chicas con un buen rendimiento en matemáticas y ciencias elegirían cursar estudios terciarios relacionados con el ámbito de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). Y, por otro lado, los chicos del grupo de bajo rendimiento con interés en dedicarse a este campo podrían fracasar en su elección académica posterior al no elegir la trayectoria adecuada a sus capacidades.

No obstante, a pesar de estos datos, los últimos resultados internacionales del estudio TIMSS 2019 para 8.º grado muestran que, en muchos países, los chicos y las chicas tienen un rendimiento similar en ciencias y matemáticas, e incluso en algunos países las niñas superan a los niños en estas materias. Por tanto, es evidente que hay otros factores en juego además de los conocimientos y las habilidades científicas y matemáticas en cuanto a la proporción de mujeres en las disciplinas STEM.

Es necesario profundizar en el análisis de las tendencias estructurales, educativas, curriculares y del mercado laboral a nivel de sistema en conjuntos de países con características similares, para comprender mejor el vínculo entre las creencias y actitudes relacionadas con el género y las trayectorias educativas y profesionales. Todos los chicos y chicas con buenos resultados en matemáticas y ciencias deberían recibir información adaptada sobre las carreras STEM y ser alentados a elegir estas trayectorias en la educación superior. En definitiva, la educación en STEM, así como la orientación escolar, deberían enfocarse a transformar la perspectiva de género, abordar las principales desigualdades y eliminar los prejuicios en la enseñanza y el aprendizaje.

Más información en: IEA Compass Briefs in Education n.º17

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[1] El estudio TIMSS se dirige al alumnado de 4.º y 8.º grado, cursos que equivalen en el sistema educativo español a 4.º de Educación Primaria y 2.º de la ESO. La evaluación tiene una periodicidad de 4 años y, desde la edición de TIMSS 2011 hasta la actual (TIMSS 2023), España solo participa con el alumnado de 4.º de Educación Primaria.

Sobre el autor

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