Estancia profesional en el Liceo Ricci Curbastro (Italia)

Soy Ana Mª Franganillo Simón, profesora de Griego del IES Emilio Ferrari de Valladolid. He elegido Lugo (provincia de Rávena, Italia) y su liceo Ricci Curbastro para realizar mi estancia profesional, concretamente en la última quincena de abril de 2023.
Lugo es una pequeña ciudad de la región de Emilia-Romaña, de unos 30.000 habitantes, y su liceo recibe alumnado de numerosas localidades del entorno. El Ricci Curbastro es un centro público de 1400 alumnos, 60 clases, 123 profesores, de los que 15 son de apoyo, y 37 trabajadores no docentes (personal técnico educativo, administrativos, conserjes-personal de limpieza). El centro ofrece los cinco itinerarios de la enseñanza italiana de este nivel: ciencias humanas, científico, científico con ciencias aplicadas, clásico y lingüístico. Los alumnos permanecen en el centro cinco cursos, desde los 14 a los 18 años, divididos en dos etapas: el bienio (14-15 años) y el trienio (16-18 años). Las clases comienzan a las 7:50 y terminan a las 12:50, de lunes a sábado, con dos recreos de 10 min. Para mayor información, véase su página web Homepage Istituto Scolastico – www.liceolugo.it .
El principal propósito de esta visita de estudio era conocer la situación de la enseñanza de las lenguas clásicas en Italia. El llamado “liceo classico” tiene como materias definitorias de su itinerario el Latín y el Griego, que se estudian durante cinco cursos. Se puede comprender que sienta auténtica admiración ante este sistema, al tiempo que honda pena cuando considero el estado de nuestros estudios clásicos en los institutos españoles. Hay que añadir que quienes cursan el liceo classico no son necesariamente futuros filólogos: en su mayoría serán médicos o científicos, que optan por estos estudios convencidos de que la formación que obtendrán será la base adecuada para su especialización universitaria. Esto se entiende si se añade que en el bachillerato italiano todos los alumnos, elijan un itinerario u otro, cursan Matemáticas, Física, Lengua y literatura, Historia y Lengua extranjera como materias troncales, lo que permite acceder a cualquier estudio universitario.
En las dos semanas de la estancia profesional tuve ocasión de asistir a clases de Latín, Griego, Literatura italiana y Español, según un horario elaborado por la profesora que hacía de mi anfitriona. Como sucede en mi instituto, el uso de las nuevas tecnologías depende de cada profesor: muchos emplean el libro digital para proyectar en la pantalla las páginas del libro que explican, otros no se bajan
del estrado para dar la clase. Eso sí, todas las clases cuentan con medios informáticos a disposición del profesor y los alumnos usan libros digitales o convencionales (convivían las dos versiones en el aula) o teléfonos móviles, si lo autorizan los profesores.
Esta ha sido mi primera experiencia como profesora visitante y no ha podido ser mejor: me ha permitido practicar una lengua que me apasiona, he pasado dos semanas en un país admirable en muchos aspectos (llamativo en otros), he comparado ambos sistemas educativos y he encontrado en el liceo Ricci Curbastro un auténtico centro de acogida por parte de toda la comunidad educativa, que me ha hecho partícipe de la vida académica, así como de cafés y comidas propios de la mejor convivencia humana.
Esta actividad debe muchísimo a mi profesora anfitriona, con la que ya en este curso 22-23 organicé un intercambio escolar, que esperamos repetir en el 23-24. De esta manera, mi instituto, el IES Emilio Ferrari de Valladolid, amplía su horizonte de relaciones internacionales sumando este contacto italiano a los ya existentes.
Cuando uno tiene más de treinta años de experiencia docente, hay cursos que la memoria no define con precisión. Sin duda, esta estancia profesional hará que el 2022-2023 no sea un curso más. Animo a todos los compañeros a participar de esta iniciativa, porque quien conoce otras realidades comprenderá mejor la propia. Agradezco enormemente a nuestras autoridades educativas la oportunidad dada. Ahora bien, sería deseable que los futuros participantes no den trabajo a sus colegas y abandonen a sus alumnos durante quince días, como hice yo, sino que cuenten con un profesor suplente para disfrutar sin remordimientos de este gran programa.