Estancia profesional en Audentes International School en Tallinn (Estonia)

Mi nombre es Jorge Pérez y soy profesor de Física y Química en Villamalea, un pueblo en el norte de la provincia de Albacete. En la segunda quincena de marzo realicé una estancia profesional en el Audentes International School, situado en Tallín (Estonia). Se trata de un instituto privado con enseñanza enteramente en inglés y que cuenta con el programa de Bachillerato Internacional para sus dos últimos cursos. Durante la estancia asistí a las sesiones de los dos cursos correspondientes a este programa (equivalente a 1º y 2º de bachillerato) así como a las de pre-IB (4º de ESO). Al ser un instituto privado internacional presenta ciertas particularidades si se compara con el resto de institutos públicos de Estonia, como un ratio de alumnos por clase realmente bajo. Por esta razón, cuando se me ofreció la posibilidad de visitar otros centros públicos de la zona no lo dudé y acabé visitando 4 más:

  • Tallinn Secondary School of Science (Tallinna Reaalkool)
  • Kohila Gümnaasium
  • Tallinna Saksa Gümnaasium
  • Tallinna Pelgulinna Riigigümnaasium

Estonia cuenta con una extensión similar a la de Extremadura y una población aproximada de 1,35 millones, un tercio inferior a la de mi región, Castilla-La Mancha. Es un país que ha hecho un gran esfuerzo por modernizarse en las últimas décadas, apostando de forma decidida por la tecnología y digitalización, algo que se hace patente a la hora de coger un autobús, un taxi, realizar un trámite burocrático…o en las propias aulas de los centros visitados. Su pequeño tamaño hace que sea capaz de adaptar con relativa facilidad su sistema educativo a las necesidades de cada momento. Existe un clima de cierta familiaridad entre los docentes, conociéndose bien entre ellos y la forma de funcionar en los diversos centros del país.

Es muy difícil resumir todas las diferencias que uno puede llegar a observar en el sistema educativo de Estonia cuando es comparado con el español, pero a continuación me gustaría destacar algunas de ellas.

Una de las características más destacadas del sistema educativo estonio es la enorme autonomía otorgada a los centros educativos. Esta autonomía permite que las escuelas tengan la libertad de diseñar sus propios programas educativos, adaptados a las necesidades específicas de sus estudiantes y comunidades locales. Los directores y profesores tienen la capacidad de tomar decisiones importantes sobre la gestión del currículo, la contratación de personal y el uso de recursos, lo que fomenta la innovación y la creatividad en el proceso educativo. Sorprenden algunas cosas impensables en España, como la ausencia de horas de guardia de los profesores.

El cuidado de las instalaciones es otro aspecto fundamental. Las escuelas en Estonia se caracterizan por tener infraestructuras modernas y bien mantenidas, lo que crea un entorno propicio para el aprendizaje. Los propios profesores reconocen que el gobierno invierte gran cantidad de recursos en la mejora y mantenimiento de los edificios escolares, reconociendo la importancia del entorno físico en el rendimiento académico y el bienestar de los estudiantes.

En cuanto a las leyes educativas, Estonia se destaca por tener un marco legal estable y consensuado entre los docentes. A diferencia de otros países donde las políticas educativas cambian frecuentemente con cada cambio de gobierno, en Estonia se prioriza la continuidad y el consenso en la formulación de leyes educativas. Esto proporciona un marco sólido y predecible para el desarrollo del sistema educativo, permitiendo que los profesores se enfoquen en su labor pedagógica sin las distracciones de cambios constantes en las políticas educativas. Además, la burocracia se reduce a la mínima expresión, permitiendo a los profesores dedicarse a lo verdaderamente importante.

La metodología educativa en Estonia se centra en desarrollar uno o varios conceptos (siempre pocos comparados con España) fomentando la participación de los alumnos, y no tanto en la lección magistral. Se promueve un enfoque activo del aprendizaje, donde los estudiantes son alentados a explorar, cuestionar y crear conocimiento por sí mismos. Los profesores actúan como facilitadores del aprendizaje, guiando a los estudiantes en su proceso de descubrimiento y fomentando el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Sorprende el poco tiempo que dedican a corregir ejercicios, cuyas soluciones están previamente en manos de los alumnos.

El uso de la tecnología es otro pilar importante del sistema educativo estonio. Las escuelas están equipadas con tecnología de vanguardia, incluyendo computadoras, tabletas y pizarras interactivas, que se utilizan para enriquecer el proceso de enseñanza-aprendizaje. El uso de móviles y tabletas por parte de los alumnos está permitido en cualquier momento, en especial para los cursos superiores.

Estonia también se caracteriza por tener una población inmigrante relativamente pequeña en comparación con España. Esto crea un entorno homogéneo en las aulas, donde los estudiantes comparten una cultura y un idioma comunes, lo que facilita el proceso educativo. Además, tanto los alumnos como los padres en Estonia tienen una sólida ética del trabajo, valorando enormemente la educación como un medio para el éxito personal.

En resumen, la estancia en Estonia me ha resultado enormemente enriquecedora. Me ha permitido conocer otros enfoques metodológicos y otras formas de organizar un centro educativo. Está claro que las condiciones de partida de Estonia y España son muy distintas y hace que sea difícil extrapolar de forma directa algunas de las conclusiones extraídas, pero muchas de ellas pueden indicar el camino hacia el que debería dirigirse España para acercarse a los resultados obtenidos por Estonia en los últimos informes PISA, donde es un líder europeo indiscutible incluso por delante de sus vecinos de Finlandia.

Por último, me gustaría agradecer la existencia de este tipo de programas de intercambio que son extremadamente útiles y necesarios. Deberían poder hacerse con mayor frecuencia ya que contribuyen a mejorar el sistema educativo de los países involucrados. Animo a todos los profesores que leen este artículo a participar en ellos y, en particular, a visitar Estonia ya que es un país muy interesante tanto a nivel educativo como cultural.